Lantia

algunos retazos del día a día

Niño pijo 3 noviembre 2009

Filed under: General — Lantia @ 17:54

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Negra. Así me tienes. Hasta el moño estoy de ti y de tus tonterías.

Cansada estoy de todas las pamplinas que tienes en lo alto. Payaso, que eres un payaso. ¿Realmente creíste que habías dado con alguien dócil? Si es que no das una. Hartita estoy de acompañarte a tus cenitas de trabajo, de poner la sonrisa, de aguantar al salido de tu jefe y al capullo de tu hermano; de ser un llavero que intentas llevar pa todos lados. Pues no, se te ha acabao el chollo.

La vedad, eres un pringao. No tienes carácter, ni criterio, ni iniciativa propia. Eres un producto de mercado, con esa apariencia impecable, con esa pose fingida, con esas camisas inmaculadas y sin una sola arruga. Tienes el cerebro almidonao. No sabes relajarte. No tienes ni idea de lo que es disfrutar un día simplemente paseando. Si es que  la culpa la tengo yo por salir con un tío que usa más cremas que yo ¿Quien me mandaría a mi?  Habría que verte enfangao desmontando el fueraborda, o baldeando mi barco. ¡JA!  Eso de mancharte no va contigo, tio sieso. Aburrido. Ñoño.

Podría haber aceptado muchas cosas. Todos tenemos defectos. Pero nunca que te entrometas en mi parcela. ¿Me vas a decir tu que es lo que tengo que hacer? ¡Vamos hombre! No te lo crees ni tu. ¿Pero como te atreves a prohibirme nada?

Te has equivocao. Por completo. A mi no me va tu rollo. Que disfruto con otras cosas y aún no te has enterao. Todo eso a lo que tu te entregas yo lo dejo tras la puerta del despacho. Hay vida más allá del horario laboral.  Cambio ruido de móviles por la melodía del viento en las velas, los caballitos de tus polos por caballitos de mar.  No, por más que te empeñes no es posible.

Así que no me llames más tío pesao que no te voy a responder. Ni quiero volver a verte, ¿no lo entiendes?. Un no es siempre NO. No voy a tolerarte que vuelvas a levantarme la voz. Déspota, mamón. Que te aguante la bruja estirada de tu madre que esta que escribe se planta.

Y da gracias que no me pillas con el síndrome premenstrual, que si no te diría 4 cosas (más). Así que agur, pipiolín. Búscate una niña buena, o ambiciosa, de las que tienen buenas tragaderas a cambio de un partido como tu. Encuéntrala, y cuando lo hagas móntala en tu coche ostentoso y piérdete muy muy lejos.

Ah, y no lo olvides. No es falta de autoestima, realmente la tienes diminuta.

 

9 Responses to “Niño pijo”

  1. AccentLess Says:

    Iba a informarte de los servicios y ofertas de rotura de pulgares ofrecidos por «Donde estan mis acentos S.A.», pero despues de lo de tenerla pequeña… ya he considerado que hay bastante daño…:P

    Es broma, es broma… si todo esto es cierto, mucho animo, aunque no creo que fuera necesario… habrias ganado mucho.

    • Lantia Says:

      Sí que es cierto, por desgracia. Nada de lo que se escribe en este espacio es inventado. Pero tienes razón, voy ganando, aunque no me sienta muy orgullosa de algunas cosas

  2. invernalia Says:

    Pobre chaval…

    • Lantia Says:

      El chaval, que no lo es tanto, necesita más de un escarmiento. En el fondo (muy muy al fondo) es una buena persona. Pero ha optado por vivir en su papel de tío superficial. Se comporta como un déspota en muchas ocasiones, mira por encima del hombro a gente que probablemente tenga más valores que él simplemente porque no son de su círculo. Hay algo que me molesta especialmente en él: el trato a los camareros. Es de los que los marea, les hace dar mil vueltas si algo no está a su gusto, en una ocasión les hizo ponerle hasta 3 veces la cerveza que pidió porque estaba fría o no tenía la suficiente espuma o no la quería en tubo sino en copa. En esos momentos le ahogaría. Para que la carne esté a su gusto lo mejor sería que se la preparara él mismo, porque nunca le gusta. Por mucho que se esfuercen los camareros y sean atentos les trata mal y encima es un tacaño que no deja propinas. Si yo trabajara en un restaurante y me tocara un cliente de estos ten por seguro que el plato se lo ponía por montera.
      Te lo aseguro, muchas veces me he sentido abochornada

  3. Sigo tu blog en silencio desde hace un tiempo y nunca te comento. Me gusta tu forma de escribir y de decir las cosas tal y como las piensas aunque a veces suenen fuertes. Me gusta tu estilo. Un saludillo

  4. será un placer recibir esas fotos de tu playa. Aunque no publique muchas, la fotografía es otra de mis pasiones confesables. En mi perfil de blogger puedes acceder a mi correo. Un saludillo

  5. KC Says:

    Podría contraescribirte un ensayo casi freudiano de todo lo que has escrito, pero creo que me quedaré en: me parece cojonudo. Cada día lo haces mejor, por lo que voy viendo.

    Saludos desde la arena.

    • Lantia Says:

      Pues una entrevista con Freud no me vendría mal del todo. La verdad, no me gustan los arranques que me dan, estos cabreos luego me hacen sentir mal, algo culpable, con la sensación de que me he pasado. No, no me siento orgullosa , ni me gusta la agresividad que destilo a veces. Eso sí, me quedo muy ancha cuando suelto todo lo que pienso. Quizá sea eso cierto eso que dicen que escribir es una estupenda terapia.

      Gracias por tu comentario, me alegra verte por aquí


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